21 de abril de 2015

Cardenal Daniel Sturla sdb

Hojita conmemorativa


Miniplancha con cinco sellos
Matasellos primer día de emisión
Diseño gráfico: Eduardo Salgado
Motivos de esta emisión:
Tanto la hojita conmemorativa como la mini plancha presentan como fondo un grabado con la leyenda "Plaza y pórticos de la Basílica Vaticana, proyecto de Gian Lorenzo Bernini, 1656".
En ambas, así como en el matasellos de primer día de emisión, aparece el escudo episcopal del prelado, tal como quedó diseñado al ser nombrado arzobispo de Montevideo (el escudo cardenalicio tiene otros detalles que se agregan a éste). Ver más abajo la descripción completa del escudo.
En el sello puede verse al Papa Francisco, de mitra, en el momento de recibir el saludo del nuevo Cardenal, que aparece ataviado con su vestimenta y birrete, todo de color rojo. La fotografía, que fue aportada por la Arquidiócesis de Montevideo es, presumiblemente, de L'Ossevatore Romano, y ha sido retocada, eliminando el fondo. El Cardenal aparece casi de espaldas, pero puede verse su perfil.
En la miniplancha, la muestra de colores ha sido hecha con el dibujo estilizado del birrete de Cardenal.

Cardenal Daniel Sturla sdb


El Cardenal Daniel Fernando Sturla Berhouet, sdb, nació en Montevideo, Uruguay, el 4 de  julio de 1959. Realizó sus estudios elementales y secundarios (hasta  4º  año), en el Colegio San Juan  Bautista de los Hermanos de la Sagrada Familia. Obtuvo el Bachillerato en Derecho en el Instituto Juan XXIII de los Salesianos.

Realizó los estudios de Filosofía y Ciencias de la Educación en el Instituto Miguel Rúa de los  Salesianos, en Montevideo. Estudió Teología en el entonces Instituto Teológico del Uruguay, hoy Facultad de Teología Mons. Mariano Soler, donde obtuvo la Licenciatura en Teología. Entró en la  Congregación Salesiana en  la Inspectoría (Provincia) del Uruguay, a fines de los años setenta, haciendo el noviciado en 1979 y su  primera profesión religiosa el 31 de enero de 1980.

El 21 de noviembre de 1987 fue ordenado sacerdote. Ha  ocupado diversos cargos, tanto pastorales como de gobierno, sobre todo en su Congregación Salesiana. Fue Consejero de estudios en las Escuelas Profesionales Talleres Don Bosco; trabajó en las obras sociales de los Oratorios Salesianos y en los inicios del  Movimiento Tacurú, en los años 1981, 1984 y 1985. Encargado, a varios niveles, de los novicios salesianos; Director del Instituto Preuniversitario Juan XXIII. El 28 de octubre de 2008 fue nombrado Inspector Salesiano para el Uruguay. Poco después fue elegido Presidente de la  Conferencia de Religiosos y Religiosas del Uruguay (CONFRU).

El 10 de diciembre de 2011 fue nombrado Obispo Auxiliar de Montevideo y titular de Phelbes. El 4 de marzo de 2012 fue consagrado Obispo. Dentro de la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU),  ocupa los siguientes cargos: es Responsable del Departamento de Misiones, del Departamento de  Laicos y Delegado suplente al Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM). Es profesor de Historia de la Iglesia en el Uruguay en la Facultad de Teología Mons. Mariano Soler y ha publicado diversos artículos sobre su  materia, y dos libros: ¿Santa  o  de  Turismo?  La secularización del  calendario en el Uruguay, Instituto Preuniversitario Juan XXIII, Montevideo, 2010.  Mi vivir es Cristo. Biografía y textos del P. Arturo Mossman Gros, padre y maestro espiritual 1888‐1964 de la  Colección Testigos Salesianos 6, La Imprenta, Rafael María Carrocio Burone, Montevideo 2015.


El 11 de febrero de 2014 fue nombrado Arzobispo Metropolitano de Montevideo por el Santo Padre Francisco. El 14 de febrero de 2015 fue creado Cardenal de la Iglesia Católica por el mismo pontífice. El 13 de abril el Santo Padre lo incluye como Miembro del  Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, y la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

Pbro. Lic. Wáshington Hernández, Secretario Canciller
Arquidiócesis de Montevideo.
Información publicada en el sitio web del Correo Uruguayo.

Escudo episcopal de Daniel Sturla

Siguiendo una antigua tradición eclesiástica, cada obispo tiene su escudo, en el que pretende plasmar, a través de elementos simbólicos, algunas características significativas de su propia historia o de su forma de concebir su misión. Acompaña al escudo el lema episcopal.

Este escudo tiene en la parte superior la mitra, que es uno de los símbolos del episcopado, y que representa la cima de la santidad, a la que está llamado de un modo particular el obispo. Las dos barras de la mitra indican el carácter de Arzobispo, al igual que el palio blanco con las cruces negras que el Papa entrega a los Arzobispos Metropolitanos el día de San Pedro y San Pablo en Roma.

La cruz del Papa, en Tres Cruces

En la cruz fue clavada “la salvación del mundo”. La blanca cruz del escudo representa la que fue erigida en Tres Cruces, cuando la primera visita de Juan Pablo II al Uruguay (1987), y que se mantuvo en ese histórico lugar, no sin ser, como Cristo, “signo de contradicción”. La cruz está ubicada en uno de los puntos de llegada a la ciudad, y parece plantear el interrogante de la fe a todo el que pasa por allí: “¿Quién dices que soy?”.

El Cerro de Montevideo y la estrella

El Cerro de Montevideo, símbolo de nuestra ciudad, ha estado presente en los escudos episcopales de varios Obispos y Arzobispos de nuestra Iglesia montevideana. Coronada por la fortaleza con su faro, recibe a los visitantes que llegan al puerto de Montevideo. Nos habla de fortaleza, de acogida, de luz que advierte para evitar los peligros.

La estrella simboliza a la Virgen, estrella del mar que guía a los navegantes. A María “vida, dulzura y esperanza nuestra” ha confiado el nuevo Arzobispo su vida y su ministerio: “Todo tuyo, María”. Ella es la Auxiliadora de los cristianos, la Purísima Virgen de los Treinta Tres, “Estrella del alba” de la patria naciente, que continúa acompañando la marcha de nuestro pueblo.

Una pareja de horneros con su nido

El hornero, que construye su nido de barro, es típico de nuestra tierra, y aparece como imagen de la familia, de la comunidad que se construye día a día. Asegura el paisano que el hornero no trabaja el domingo, respetando el día del Señor. En el grupo de “Horneros”, durante los años de liceo, el nuevo Arzobispo descubrió la vida de fe como vida de servicio, especialmente a los más pobres. A su vez, la sólida casa del hornero que proporciona abrigo y frescor, evoca el hogar. A la hermosa experiencia de familia vivida por el Arzobispo Daniel, siguieron más de 30 años en el “espíritu de familia” propio de la casa salesiana, casa que da cobijo a a los jóvenes para prepararlos a volar. Hoy quiere ser también signo de la familia arquidiocesana que necesita el aporte de todos para ser casa y escuela de comunión.

El lema: “Servir al Señor con alegría”

Este lema fue elegido por el Arzobispo Daniel para su ordenación sacerdotal en 1987. Tomado del salmo 99, es una expresión usada por Don Bosco, para proponer a sus jóvenes la santidad. Expresa el anhelo de un sacerdocio caracterizado por el servicio según el corazón de Aquel que no vino a ser servido sino a servir.

Este servicio es “al Señor”. A Él se lo sirve en la Iglesia, experta en humanidad, que ve en el rostro del que sufre el rostro mismo de su Señor.

Servir con alegría nos habla del gozo de la vida cristiana, de la perenne juventud de la Iglesia, del anuncio del Evangelio. Alegría que brota del corazón de Jesús cuya realidad más íntima es saberse amado por el Padre. La alegría es el sello del Espíritu Santo que está presente especialmente en el corazón de los santos. Ellos enseñan, como Santa Teresita del Niño Jesús, a vivir en el gozo, aún en medio de las pruebas, porque caminamos en la “confianza y el amor”.

Fuente: Conferencia Episcopal del Uruguay

El escudo con las insignias de Cardenal:


7 de abril de 2015

Cien años del Genocidio armenio

Matasellos primer día de emisión
Diseño: Arq&Diseño
Fotografía: Memorial a las Víctimas del Genocidio Armenio (Armenia) - Cedida por el Consulado Armenio.
Tirada: 10.000 hojitas.

Esta hojita filatèlica muestra, en el sello que se ubica en su centro, una fotografía del Tsitsernakaberd, monumento dedicado a las víctimas del genocidio armenio. Fue edificado junto al Museo del Genocidio Armenio en una colina, al oeste del río Hrazdan y cerca de la ciudad de Ereván, capital de la actual república de Armenia.
El monumento está compuesto por tres elementos:
  • La estela, de 44 metros que, apuntando al cielo, simboliza el renacer de los armenios. Se ubica al lado de las doce grandes losas. Está hecha de basalto.
  • Las doce losas, en basalto gris, representan las doce provincias perdidas en el actual territorio de Turquía. Dentro de ellas, a una profundidad de 1,5 metros, se encuentra la llama eterna, signo de duelo. El borde de la hojita muestra esa llama y las losas vistas desde adentro.
  • La muralla: De 100 metros, tiene los nombres las ciudades y aldeas armenias en las cuales fueron ejecutadas las masacres.
En el matasellos primer dìa y en la hojita aparece también el símbolo de este centenario: una flor de nomeolvides de color violeta. Prolijamente, en el borde de la hojita aparece anotado el nombre y el nombre científico: Myosotis Sylvatica.

El 19 de mayo de 1986 Uruguay emitió una estampilla conmemorando el 71º aniversario del genocidio, en la que aparece, en un dibujo bastante pobre, este monumento conmemorativo:


¿Por qué el 71º aniversario? Ver nuestra entrada del 19 de mayo de 1986.