28 de septiembre de 2011

20° Aniversario de la Independencia de la República Armenia (Matasellos especial)

Escudo de Armenia



Diseño: Eduardo Salgado (sobre imagen del escudo armenio).

La colectividad armenia es muy importante en el Uruguay. Son varias las emisiones filatélicas de Uruguay en relación con Armenia y los armenios. Éstas irán apareciendo en la etiqueta Armenia.

Información del sitio web del Correo Uruguayo:

Los orígenes del pueblo armenio se remontan a más de tres mil años de antigüedad. Se conformó con elementos autóctonos de la región geográfica comprendida entre el mar Mediterráneo, el mar Negro, el mar Caspio y la Mesopotamia, y de origen indoeuropeo, que dieron lugar al idioma armenio actual, que forma parte de la familia de las lenguas indoeuropeas. La región geográfica conocida como Meseta Armenia es una región esencialmente montañosa, de clima continental seco, con inviernos muy rigurosos y veranos muy calurosos. Su pico más alto es el monte Ararat (5160 m), sobre cuya cima, según el antiguo Testamento, se posó el Arca de Noé después del diluvio universal.

Los armenios se denominan a ellos mismos con el nombre de hai, y llaman a su país Haiastán (Armenia).

Luego del florecimiento de Urartú, en el primer milenio antes de Cristo, de cuya época proviene la fundación de Ereván, actual capital de Armenia, con el nombre de Erebuní, por el rey Argishdí (año 782 antes de Cristo), se conoce la historia del reino armenio de la dinastía de los Artaxiatas (Artashesián), que floreció en el segundo siglo antes de Cristo y que nutrió su cultura de las fuentes de la antigüedad grecorromana, origen de la íntima relación de la cultura y la idiosincrasia armenias con la identidad europea.

Durante el reinado de Tigranes II el Grande (95-55 AC), yerno de Mitridates, Rey del Ponto, Armenia alcanzó su máxima extensión histórica, que abarcaba territorios desde Palestina hasta el mar Caspio, desde el mar Negro hasta la Mesopotamia. La posterior anexión del país al Imperio Romano como región extrema del límite oriental acentuó la relación con Occidente y la influencia de su cultura.

Armenia fue evangelizada en el siglo I de nuestra era por los apóstoles San Judas Tadeo y San Bartolomé, quienes, como los demás discípulos de Jesucristo, se dirigieron a diversas regiones del mundo antiguo para difundir la nueva fe. Ambos fueron martirizados en el territorio de Armenia.

A fines del siglo III, ya bajo la dinastía armenia de los reyes Arsácidas (Arshakuní), el país fue evangelizado nuevamente por San Gregorio el Iluminador, bajo cuya influencia el rey Terdat II (Tiridates) y la corte abrazaron el Cristianismo, que fue adoptado como religión nacional en el año 301, con todo el contenido de vanguardia moral, espiritual, filosófica y cultural que constituía aceptar la nueva fe para el nuevo ordenamiento de la nación.

La necesidad de difundir el Evangelio y la liturgia cristiana coincidieron en el camino que condujo a la creación del alfabeto nacional, sin el cual habría sido imposible concretar la versión en el idioma que el pueblo comprendía. Las letras armenias creadas por San Mesrop Mashtóts en el año 406 fueron el elemento que consolidó la identidad nacional e inició la etapa de definición de la cultura.

La traducción de las principales obras de la antigüedad clásica y la creación literaria iniciaron la Edad de Oro de la Cultura Armenia en el siglo V.

Al poco tiempo, la construcción de templos cristianos delineó las bases de la arquitectura armenia, que ya en los siglos V-VII dio acabadas muestras de maestría y constituyó uno de los aportes más valiosos de la cultura armenia a la civilización universal.

Para esa época, Armenia osciló entre las dominaciones bizantina y persa, hasta la conquista árabe del siglo VII, de la cual emergió dos siglos más tarde habiendo conservado sus características distintivas nacionales: idioma, religión, alfabeto, cultura. El poema épico nacional por excelencia es el ˜David de Sasún˜, que exalta la epopeya de la reconquista del país de la dominación árabe.

A fines del siglo IX, la dinastía de los Bagrátidas (Bagratuní) reconstituyó la monarquía armenia en el territorio del Cáucaso del Sur e inició un nuevo florecimiento que activó las artes y la literatura. La escultura consagró su expresión histórica más relevante con la creación de los jachkar (cruz en piedra), uno de los aportes más importantes a la escultura universal. Paralelamente, la copia manuscrita de los Evangelios desarrolló el arte de las miniaturas iluminadas, uno de los aspectos universalmente más valorados del espíritu creador del pueblo armenio.

La finalización del siglo XI significó la pérdida hasta tiempos modernos de la independencia nacional en el territorio de la Armenia histórica con el inicio de las invasiones mongolas y de los pueblos turcos. La capital de la Armenia bagrátida, Aní, la ciudad de las mil y una iglesias, fue destruida, y la nobleza inició el éxodo hacia zonas occidentales menos hostiles.

Las circunstancias históricas determinaron que el último estado armenio de la Edad Media floreciera entre 1080 y 1375 en las costas del Mediterráneo, en Cilicia, donde la dinastía de los Rubenidas (Rubenián) dirigió un reino floreciente en coincidencia cronológica con la llegada de las Cruzadas al Cercano Oriente.

Desde fines del siglo XIV, se inicia un período de casi 600 años de sometimiento de Armenia y su pueblo a las potencias extranjeras: primero a la dominación persa y turca, luego, a partir del siglo XIX, también a la dominación rusa. A fines del siglo XIX el territorio histórico armenio estuvo dividido entre Turquía, Rusia y Persia.

Durante tan prolongado período, la identidad se mantuvo y la cultura se siguió desarrollando, aun en circunstancias poco favorables. A fines del siglo XIX, la influencia de las ideas de libertad de Occidente condujeron al renacimiento cultural y político de la Nación Armenia.

El genocidio de 1915-1923, planificado y ejecutado por Turquía, y que cobró más de un millón y medio de víctimas, terminó con la armenidad occidental y redujo el territorio habitado por armenios a una pequeña parte de la Armenia histórica, al sur del Cáucaso.

Contra todos los pronósticos, el 28 de mayo de 1918 los armenios proclamaron la independencia y constituyeron la República de Armenia, que el 29 de noviembre de 1920 fue sovietizada.

El 21 de setiembre de 1991, en histórico referéndum popular, el pueblo de Armenia optó casi por unanimidad por la independencia y refundó la República de Armenia. Adoptó la bandera tricolor: rojo, azul y anaranjado de la primera república y, con pequeñas adaptaciones, el escudo nacional y el himno ˜Mer Hairenik˜ (Nuestra Patria).

En 1992, Armenia fue admitida en la Organización de Naciones Unidas y estableció relaciones diplomáticas con la República Oriental del Uruguay, hacia la cual los armenios de todo el mundo sienten la inmensa gratitud del temprano reconocimiento y condena del genocidio armenio por el estado uruguayo ya en 1965.

En los veinte años transcurridos desde la independencia, Armenia se ha consolidado como estado democrático. Las fortalecidas instituciones han afianzado las condiciones para el desarrollo de la economía y del estado de derecho.

Admitida en el Consejo de Europa, se ha desarrollado un acelerado proceso de adaptación de los mecanismos internos a los estándares europeos, ganándose la consideración de la comunidad internacional por su defensa de los derechos humanos y las libertades individuales.

El Embajador de la República de Armenia en Buenos Aires, jefe de la misión creada en 1993, es concurrente en la República Oriental del Uruguay, donde desde 2009 se halla acreditado un Cónsul Honorario.

La comunidad armenia del Uruguay, formada esencialmente sobre la base de la emigración llegada como consecuencia del genocidio de 1915-1923, es un pilar importante en la excelente relación existente entre los dos países. Varios convenios bilaterales constituyen la base jurídica de la relación entre el Uruguay y Armenia, en vías de transformarse en activa cooperación política, económica y cultural.

EL ESCUDO DE ARMENIA EN EL MATASELLOS

El escudo de la República de Armenia es reproducido en el matasellos que el Correo ha aprobado para la conmemoración del 20° aniversario de la Independencia de Armenia. Reelaborado sobre el proyecto original del arquitecto Alexander Tamanian y el pintor Hakob Kochoyan, presenta un águila y un león que sostienen el blasón con el Arca de Noé posada en la cima del monte Ararat [1], rodeada por los símbolos de las cuatro dinastías de la historia del estado armenio (Artashesián, Arshakuní, Bagratuní y Rubenián). Debajo, la pluma representa el intelecto, las espigas de trigo, el trabajo fecundo, y las cadenas rotas, la libertad.

Elaborado por el Consulado Armenio en Uruguay

[1] Génesis 8,4: "y en el mes séptimo, el día dieciesiete del mes, varó el arca sobre los montes de Ararat". El monte, si bien es parte del territorio histórico de Armenia y es visible desde su actual capital, se encuentra en el territorio de Turquía (Nota del Blog).

No hay comentarios:

Publicar un comentario